La palabra "quiero" esta en los labios de casi todo el mundo, en el corazón de bastantes, pero en la voluntad de muy pocos. En la practica solemos confundir mucho el querer y el desear. En realidad solo deseamos las cosas, muy pocas veces las queremos. Querer algo de veras es quererlo cueste lo que cueste, es tomar un camino de decisión y de compromiso en la vida. Y un camino así es duro y espanta a la mayor parte.
Por eso veras a tantos que en la vida se contentan con sentarse a mitad de ruta para contemplar cómodamente el paisaje.
Deberíamos preguntarnos: cuando uso la palabra "quiero", ¿la pronuncio con los labios, con el corazón, o con la voluntad?
Miguel Beltrán Q.
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